México del muy bien al muy mal
- Juan Carlos Vera Bohne
- 28 jun 2018
- 2 Min. de lectura
Del primer juego placentero ante Alemania a la penosa actuación contra Suecia, la selección mexicana ha dejado contrastantes emociones en su paso por Rusia 2018. Su primer objetivo lo alcanzó con muchísimo sufrimiento, dependiendo de otro resultado para poder avanzar, esto a pesar de tener el buen colchón de seis puntos, pero en su último juego ha vuelto a demostrar su lado más débil.
Fue un dominio absoluto de Suecia que controló cada faceta del juego y que hizo daño a México por todas las vías posibles desde el arranque del partido. El juego aéreo fue la gran preocupación de Juan Carlos Osorio durante tres años de mandato, pero no pudo contrarrestar a las torres suecas que ganaron casi la totalidad de los duelos aéreos. Sin embargo, Suecia no desarrolló su juego de esta manera, los contragolpes, la presión alta y el gran repliegue defensivo fueron otros de sus argumentos para llevarse con holgura este partido. Con toques a ras de suelo llegó el primero gol, con un contragolpe se dio el penal que derivó el segundo gol, y el tercero (autogol) llegó en un saque de banda.

Fueron tres goles pero tranquilamente pudieron ser cinco, la gran actuación de Ochoa y la mala puntería los suecos fueron los grandes culpables para que no se produjera una goleada mayor. Los nórdicos se cansaron de generar ocasiones y a pesar de fallar tanto han tenido uno de sus mejores triunfos en mundiales.
Son pocos los partidos tan malos de México en la era de Juan Carlos Osorio pero cada uno de ellos son bien recordados por la importancia de esas ocasiones. Hoy es difícil encontrar quien se salve por México con excepción de Guillermo Ochoa. El guardameta del Standard Liege ha sido clave en cada uno de los tres partidos del ‘Tri’, pero cuando el portero es el mejor jugador del equipo generalmente no habla bien del funcionamiento colectivo, sobretodo defensivo.
México vivió su peor derrota desde 1978 en mundiales. De la euforia al pesimismo a caído el ánimo de la afición mexicana en cuestión de días pues además de la triste actuación en el cierre de la fase de grupos, a la vista está el partido contra Brasil en los octavos de final. Está será una durísima prueba para el conjunto del profe Osorio que a pesar de sus excelentes números como seleccionador, no puede presumir tener los mismos buenos resultados en partidos de vida o muerte, incluyendo este último contra Suecia.
Con Brasil a la alza y México a la baja se teme lo peor, los amazónicos son grandes candidatos a ganar la Copa del Mundo, mientras que los aztecas buscan convertirse en el caballo negro de la competencia y de paso conseguir la victoria más importante del México en un mundial.
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